HERIDAS ABIERTAS

 HERIDAS ABIERTAS

Editorial Roja &Negra

Gillian Flynn, escritora estadounidense y ex crítica de televisión para Entertainment Weekly, alcanzó la fama con su novela Perdida, consiguiendo un extraordinario éxito de crítica y ventas.

<<Una obra admirablemente sobrecogedora, enriquecida por una escritura inteligente>> Stephen king

"Qué bien escribe", eso fué lo primero que pensé cuando comencé a leer Heridas abiertas. Los pequeños detalles de ambientación y las puntadas de los personajes te hacen sentir dentro de la trama inmediatamente. Esta autora tiene algo muy humano que conecta con lo salvaje que habita en nosotros dejando a un lado la parte poética que tiende a disfrazar la cruda realidad.

A veces, la escritura puede parecer insensible, hasta cruel, te emociona y te atrapa recordándote que no somos de plástico, sino de carne y hueso. Cuando Camille llega a su pueblo natal para investigar los asesinatos, eleva esas palabras hasta la realidad tangible, donde los personajes dejan de ser papel y cobran vida. Sin embargo, he de decir, que al principio me parecía una escena de la familia Barbie, ya que todos allí eran guapos hasta decir basta y se esforzaban por rozar la perfección, diría que casi aspiraban a obtener la bendición del Papa. Pero también ahí reside la esencia de la trama, cuando el envoltorio de fuera es tan bonito, seguramente algo se ha descuidado dentro... Los personajes me recordaban a las muñecas de porcelana: Fabulosos por fuera y un vacío roto y desesperado por dentro.

La interacción y los pensamientos de muchos de ellos rozan lo grotesco, como si solo pudieran albergar pensamientos duros y oscuros, mientras guardamos las apariencias en una eterna fiesta en el que pesa más la dictadura emocional impuesta que las ganas de bailar y pasarlo bien siendo uno mismo. 

Os diré que el final tiene sorpresa, aunque, de alguna manera, a mitad del libro sabes que no es uno de esos que acaba bien. Si te gustan los finales reales, similares a la vida y te apetece leer algo sin mucha parafernalia, este es tu libro. La escritura es muy ágil y se lee muy rápido. 

Sin duda, se podría entender como un buena crítica a las fachadas protocolarias que nos creamos para que nadie nos conozca realmente. Educación, así lo solemos llamar y esa palabra tiene mucho peso en el cierre de la novela. No me queda más que reflexionar sobre cómo lo que nos enseñan y vivimos de pequeños, nos condiciona en nuestra vida de adultos y lo difícil que es divorciarse de esa narrativa.

Aquí me despido, buena lectura!