EL CLUB DE LAS CHOCOADICTAS

 EL CLUB DE LAS CHOCOADICTAS

Editorial: Punto de lectura

Carole Matthews, la autora, es una mujer polifacética: antes de convertirse en autora de novelas románticas trabajó como secretaria, presentadora de televisión, radio o articulista. Quizás se deba a este amplio curriculum su prosa fresca, divertida y elocuente. Su obra ha cosechado grandes éxitos en Reino Unido y Estados Unidos.


"Hay tres reglas si uno quiere sobrevivir en tiempos de estrés. La primera es respirar profundamente. la segunda, contar hasta diez. Y la tercera, comer chocolate. Lucy, Autumn, Nadia y Chantal apenas tienen tiempo de contar hasta diez antes de abalanzarse sobre este sustitutivo del sexo. Y es que sus vidas sentimentales son un desastre: A Lucy la felicidad de que su jefe Aidan le declare si amor le dura un suspiro; el novio de Autumn va a conocer a sus padres; el marido de Nadia jura que ya ha dejado de robar, pero ella no le cree, y Chantal está intentando salvar su matrimonio. Por suerte, estas aguerridas mujeres no pierden sus desternillante humor."


La novela se centra en la vida de cuatro chicas que se reúnen en una chocolatería regentada por una pareja gay para contarse sus penas, buscar consejo y apoyarse. La amistad está muy bien sustentada por las deliciosas variedades de chocolates que van pasando por nuestras páginas. Para todo hay remedio en este libro. 

Lucy, la que parece ser la más joven de las cuatro, tiene problemas para decir que NO a su pasado, el presente le gasta una mala jugada que hace que juzgue demasiado rápido y ponga patas arriba su futuro. Le preocupa lo que diga la báscula pero tampoco demasiado, y como en toda novela de comedia romántica clásica, es nuestro personaje torpe y victimista por excelencia. 

Autumn es una mujer que no parece ser capaz de poner límites a las peticiones de su hermano drogadicto. Creyendo hacerle un favor, lo único que hace es que caiga un poco más abajo y de paso, la arrastre con él. En la historia, Autumn tiene unos padres muy bien situados en lo que al terreno económico se refiere, pero no deja de llamar la atención que los pinte como un par de bloques de hielo. Tiene alma de activista y siempre lucha por los derechos de los más débiles, parece sentir la necesidad constante de ayudar para poder realizarse como persona. 

Nadia, por su parte, es una mujer que fue feliz hasta que descubrió que su marido se lo había jugado todo en páginas de casinos online. Bancarrota. Un marido ludópata y un hijo en común que no es consciente de nada. La fortaleza mental de la que dispone, la lleva a sobrevivir a situaciones límite con la firme intención de seguir adelante. 

Y por último, Chantal. De las cuatro, parece ser la mayor. Se ve como una mujer madura, con los pies en la tierra, de porte recio y gran belleza. Una mujer de armas tomar. Hasta hace muy poco, no sabía muy bien lo que esperaba de la vida. Estaba segura de que quería a su marido, pero era consciente de que su matrimonio hacía aguas desde hacía tiempo. Sin embargo, el destino le guarda un as bajo la manga. 

La vida de estas cuatro mujeres se entreteje para dar cuerpo a una novela a la que te vuelves adicta. Es divertida, sorprendente y sí, a veces te dan ganas de sacudir a algún que otro personaje. Sin embargo, es tierna a rabiar y en esencia, te emociona. 


OPINIÓN PERSONAL 
Comencé la lectura con ganas, sobretodo por el título, no os voy a engañar. La idea de que cuatro chicas se reúnan a comer chocolate mientras hablan sobre sus vidas es sinónimo de morbo y cotilleo asegurado. Desde el primer momento me sentí como una más, sentada junto a ellas, devorando kilos de suculentas delicias de chocolate.

Debo decir que, de todas las historias, la que más me gustó fue la de Lucy, aunque el personaje en sí me caiga un poco gordo porque me parece que refleja una mujer débil, aunque muy emotiva y sensible. Con débil no me refiero a que esté mal ser sensible y emotiva, sino más bien a que le falta respetarse a ella misma y tomar decisiones claras. Las suyas se basan más bien en el miedo a quedarse sola y, la verdad, es que eso me ponía de los nervios. Sin embargo, la historia de amor con su jefe es de lo más divertida y romántica, con tropiezos incluidos.

Es una novela muy buena para pasar un buen rato, con una lectura ágil que te sorprende para bien. Fue un todo un descubrimiento por tropiezo y ahora es vuestro turno!  

 

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