El día que sueñes con flores salvajes

 El día que sueñes con flores salvajes recoge la mayoría de clichés románticos propios de una novela de comedia romántica habitual. Tiene el ya clásico encuentro crush entre los personajes principales, por supuesto, ambos son guapísimos y cada uno tiene una vida con una pareja estable con planes a futuro. 

Odio decir que siempre es lo mismo, pero es la sensación que he tenido al leerlo. Luego, decidí dejarlo a la mitad, pues si bien no estoy al favor del maltrato animal en ninguno de los sentidos, tampoco estoy a favor del extremismo vegano. Pienso que hay maneras de hacer las cosas y me he sentido que leía un panfleto promocional en contra de la industria cárnica. Y no me malinterpretes, los animales deben ser tratados con respeto y deben criarse en libertad, para eso vinieron al mundo. Pero en una cadena alimentaria sana (bajo mi punto de vista), debe haber de todo y un orden lógico, sin abusar de nada. 


Algo positivo de la novela es la ternura y las emociones que son capaces de ponerte en la piel de Jake y Flor y la incomodísima situación de futura boda por parte de él y la fotógrafa de la misma por parte de ella. Llegados a este punto, me recordó a la peli de Jenifer López, esa que sale con Mathew Mcconaughey "The wending planner". Creo que se tradujo como "Planes de boda". En fin, lo que iba diciendo es que nos encontramos con el típico caso de unos extraños que tienen un encuentro algo chocante y que, de repente, el futuro cónyuge los contrata para que esté presente en su boda haciendo que el drama aumente exponencialmente. 

Y sí, morboso es un rato, yo fui la primera en leer y leer sin pararme a mirar el reloj, pero cuando ciertos temas se repiten, pierde un poco la gracia. Me hubiese gustado más sorpresas y giros de guion y menos clasicismo. 

Supongo que mi punto de vista puede estar influenciado en parte porque no soy muy amante de este tipo de géneros. De vez en cuando está bien, nos permite soñar con la idea que teníamos de niños con el amor, con sus personajes potentes y la gran nube de sentimientos ñoños que evocan, pero a la larga, disfruto más de una novela de misterio o ciencia ficción, estimulan más la imaginación. 

No quiero quitarle medito a la autora, pues la novela se lee muy rápido, pero pienso que se le ha dado más bombo del que quizás merezca por el hecho de contar con unos cuantos miles de seguidores en redes sociales y por tocar un tema que está a la orden del día. Pero esto no es culpa de la autora, tampoco sé si lo escribió pensando en eso o porque le apetecía hacerlo. El caso es que desde hace unos años (o puede que siempre haya sido así), se le da más relevancia a libros que no son para tanto solo porque calzan con un movimiento ideológico temporal o porque los autores ya han conseguido hacerse populares. En ese aspecto, como en la mayoría de las empresas, las editoriales aprovechan el tirón de ventas. 

Ojo, que me parece muy bien, pero no deja de alimentar la hipocresía en la que nos hundimos un poquito más cada día. Como autora siempre trato de trabajar las novelas para que sean diferentes a lo que leemos y como lectora, busco que una novela me emocione, me haga disfrutar y soñar a la par que tenga una lectura ágil. 

Conclusión, si estás buscando una novela tipo "El diario de Bridget Jones" pues la has encontrado y si quieres más, puedes continuar con "El día que el océano te mire a los ojos", la segunda parte de esta trilogía. Haré la reseña correspondiente en breve, esta me ha gustado más. ;)

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